Era una fria noche de Diciembre, concretamente el dia 25; ibamos Saul, Benja y yo vagando taciturnos por la calle cuando vemos a dos personas a lo lejos que nos resultaban familiares, cuando nos dimos cuenta de quienes eran nos quedamos a cuadros: !!eran pipas grefusa y su amiga tenacitas!!! (vease "la famosa historia de la salada")
Rapidamente giramos los tres en un angulo de 45 grados e intentamos despistarlas pero la cosa se complicaba: nos habian visto y no estaban dispuestas a dejarnos escapar, pronto comenzaron a darnos silbidos para llamar nuestra atencion pero hicimos caso omiso y seguimos andando, aligerando el paso cada vez mas
Nos encontrabamos frente a la carpa, me atrevo a asegurar que durante solo un segundo los tres pensamos en pagar los 25 € que cuesta la entrada con tal de librarnos de ellas pero seguimos andando como alma que lleva el diablo y seguian persiguiendonos
El parque se nos estaba acabando y ellas no dejaban de perseguirnos, asi que decidimos coger la esquina y meternos por la insersa (tambien llamada "Charlie y la fabrica de plasticos y componentes organicos"), finalmente miramos atras y lo conseguimos, habian dejado de seguirnos
mas tarde nos las volvimos a encontrar en el Meridiano, pero esta vez fueron ellas las que pasaron de nosotros, cosa que en el fondo me alegra, pero eso ya es otra historia
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